domingo, 14 de junio de 2020

CRÓNICAS DE UN ENFERMERO SIN TÍTULO

Literatura para enfermería, existe la posibilidad que en estos momentos estuviera escribiendo fragmentos de un libro afín a enfermería, si tan sólo tuviera un título que me acredite como tal y que a través de la experiencia forjara un escrito propio para tan descuidada, olvidada y no valorada profesión, de las ciencias del cuidado, libro que tanto le hace falta a enfermería, porque la profesión en Guatemala, carece de ello, de literatura.


Ante lo expuesto, lamentablemente no es así, no leerán sobre un libro afín a enfermería, ¡ojalá así fuera!, más bien, leerán sobre algo que me conmovió, que, como víctima de este atropello académico, profesional, gremial y social, tuve la obligación de darlo a conocer, porque mi conciencia me lo pedía, he aquí, un relato inusual de un enfermero profesional que habla por cientos.


No ahondaré el problema que por los afectados es bien conocido, la falta de entrega de títulos, examen privado y graduaciones, hicieron que el enfermero sin título, que ya cursó, que está en la capacidad de ejercer, cometiera barbaries, que jamás en la historia han ocurrido, ni siquiera los sindicalistas que representan enfermería.

Estudiantes y enfermeros profesionales cerrando las instalaciones de  ENEG. 


En redes sociales, encontré una publicación, que causó en mí, múltiples sensaciones, algo al que titulé, crónicas de un enfermero sin título, relata brevemente las acciones, hazañas, sacrificios y hechos, que aquel enfermero jamás hubiera imaginado hacer.

Literalmente dice así:

“Tengan cuidado al querer ingresar a la escuela de enfermería. No dan los títulos después de haber estudiado. Hay compañeros que llevan 4 años esperando. Las autoridades son incompetentes, no pueden administrar, tuvimos la penosa necesidad de bloquear carreteras, tomar la escuela de enfermería, tomar el ministerio de salud. Hago esta publicación mientras exista, ya que muchas veces el administrador de la página elimina nuestros comentarios de exigencia a nuestros títulos que ya los hemos ganado. Sin los títulos no podemos servir a nuestro País” (Litch).


Más allá de un mensaje, quiero que perciban lo que pretende dar a conocer, entiendan su dolor, frustración y angustia en cada palabra, porque estoy seguro que, al escribir, lo hizo con un nudo en la garganta, con mucho coraje de ser víctima de éstas personalidades “incompetentes e indiferentes que dicen llamarse enfermeras”.

Permítanme, evidenciar la gravedad de éstos actos de hazaña, por la lucha de lo ya obtenido, sembrando una gama de cuestionamientos que permitirá la reflexión y consciencia en los actos realizados.

Estudiantes y enfermeros profesionales cierran vía de calzada Roosevelt

Estoy seguro, que cada enfermero egresado de la gloriosa Escuela Nacional de Enfermería de Guatemala (ENEG), la aprecia como un tesoro invaluable, pero su administración actual, obligan a decir lo siguiente, con mucho dolor:

  • ¿Cuándo un enfermero advierte a otros a, no seguir en su casa de estudios, la que un día, lo forjó y lo hizo un profesional de altura?
  • ¿Un enfermero, bloqueando carreteras, en que momento cambió el rol, quienes fueron las causantes, que obligaron al enfermero a bloquear rutas por administrar medicamentos?
  • ¿Sí el enfermero ama su casa de estudios, porqué razón la debería clausurar, como es eso posible, que lo llevó a tomar esas decisiones perjudicando a los profesionales en formación?
  • ¿Por qué un enfermero, cierra el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, en plena alerta roja, por COVID-19?, ¿quiénes lo llevaron a tales medidas drásticas, esto tiene nombre y apellido?
  • ¿Qué clase de enfermeras, le retienen el título a un grupo de enfermeros/as, en plena pandemia?, cuando la OMS, determina que la columna vertebral del sistema de salud es el personal de enfermería, además cataloga al 2020 como el año de la enfermería, la pregunta es, ¿REALMENTE ÉSTAS PERSONAS SON ENFERMERAS?, sin duda sus acciones demuestran lo contrario.

Entrada principal del MSPAS, durante el cierre de las instalaciones.


Sin duda las crónicas son muchas, pero éste me conmovió. Nuevamente, arremeto y hablo sin tapujos.

Autor: Enfermero Encapuchado
Imágenes: Base de datos de AENEG
Fecha: 14/06/2020
Guatemala